
Cuando se instalan en el exterior, las cerraduras sufren la acción de la humedad y los cambios de temperatura, las salpicaduras de agua y la suciedad, que pueden dañar el cuerpo exterior, pero también introducirse en el interior del mecanismo. Esto perjudica naturalmente el rendimiento de la cerradura y su durabilidad, al provocar resistencia a la rotación con el consiguiente riesgo de daños colaterales, como la rotura de la llave dentro del cilindro. Se trata de cerraduras instaladas a bordo de vehículos pesados (por ejemplo, en cajas de herramientas o cajas isotérmicas), en portaequipajes de motos, portabicicletas, portaesquís y cofres de techo, cerraduras utilizadas en la automatización de portones y puertas de acceso, o en elementos de carpintería expuestos a la intemperie.
En tales casos, medidas como un tapón de acero inoxidable en la culata, una tapa antipolvo o tratamientos superficiales protectores como el zaponado pueden no ser suficientes para garantizar el funcionamiento y la durabilidad de la cerradura.
Tapa de cerradura: universal y estanca
Por eso, en OMR hemos diseñado la nueva tapa protectora de resina termoplástica impermeable para todo tipo de cerraduras. La carcasa de la cerradura tiene la clásica forma de doble D (con lados planos) para adaptarse a todo tipo de bloqueos. La tapa, unida a la base por un robusto puente diseñado para varillas que soporta numerosos ciclos de apertura y cierre, garantiza la estanqueidad y la resistencia a la tensión, evitando aperturas no deseadas.

0 comentarios