Por fin se acerca la fatídica fecha del 1 de junio para la tan esperada reapertura de los gimnasios. Ha sido un largo periodo de abstinencia forzada para quienes están acostumbrados a hacer ejercicio varias veces por semana y también para quienes utilizan el gimnasio como lugar de reunión y socialización. Nunca antes había existido tanta necesidad de dedicar tiempo a uno mismo con una actividad deportiva saludable, rompiendo la monotonía que las restricciones han causado en nuestras vidas. Se trata de un verdadero nuevo comienzo; un paso hacia la vuelta a la normalidad.
La situación sanitaria ha penalizado gravemente a todo el sector, pero el parón forzoso ha permitido a los responsables de gimnasios y centros deportivos rediseñar los espacios y replantearse el servicio ofrecido, con el objetivo de que el cliente se sienta aún más mimado cuando vuelva. La necesidad es crear un entorno seguro y sin preocupaciones para el usuario en todas las áreas del gimnasio, empezando por los vestuarios.
Más que nunca, el vestuario debe transmitir al cliente una sensación de seguridad de doble valor: prevención contra el contagio, derivado de los riesgos de contacto con otros visitantes, y almacenamiento seguro de las pertenencias personales mientras se está en las instalaciones. Para cumplir estos dos requisitos de seguridad, es imprescindible elegir cerraduras adecuadas para las taquillas de los vestuarios.
La solución se llama HELLOCK: la cerradura electrónica con procesador interno más pequeña del mercado.
Leva las llaves y abre con Bluetooth o RFID, sin tocar nada
La cerradura electrónica HELLOCK elimina las llaves mecánicas que son vehículos de bacterias y microbios. El cuerpo de plástico técnico y las llaves de silicona son fáciles de limpiar con simple alcohol. Además, con la nueva versión Bluetooth, los clientes podrán abrir directamente con su smartphone, reduciendo aún más el contacto con las superficies.
Eliminar las llaves mecánicas también significa eliminar un elemento de vulnerabilidad de la cerradura: una cerradura mecánica siempre se puede manipular o forzar. Del mismo modo, Hellock puede sustituir el uso de candados, ofreciendo un servicio más cómodo al cliente y haciendo posible que el operario abra las taquillas por motivos de seguridad y para higienizar el espacio. De hecho, nuestra cerradura electrónica puede abrirse introduciendo un código por parte del usuario o, en caso de emergencia u olvido por parte del usuario, mediante un código maestro passe-partout en posesión del operador. También hay disponible una versión RFID para su uso mediante la aproximación de tarjetas, tarjetas o pulseras RFID, que puede integrarse perfectamente con el sistema de gestión de accesos de la instalación.
La solución perfecta para limitar el contacto con objetos (como las llaves) que pasan de mano en mano, para evitar percances derivados de llaves perdidas o rotas y, por qué no, para dar un servicio superior gracias a esta solución de alta tecnología.
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